miércoles, 17 de septiembre de 2014

Mario Vargas Llosa: ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986)

Mario Vargas Llosa: ¿Quién mató a Palomino Molero? Barcelona, Seix Barral, 1986.

Al igual que en muchos policiacos, el relato de Vargas Llosa comienza con la descripción de un cadaver en el momento en que la policia analiza la escena del crimen. Este asesinato, sin embargo, destaca por su atrocidad. El cuerpo, como puede imaginarse, es el de Palomino Molero. Partiendo de aquí el guarda Lituma y el teniente Silva se encargarán de descubrir a los responsables del brutal asesinato lo cual los lleva a descubrir una trama de corrupción política en Perú.

En el relato contrasta, sin embargo, la tensión propia de las investigaciones policiales y el humor pícaro de Vargas Llosa, lo que da lugar a un tono muy fluido. Un ejemplo de esto es que en los descansos de la investigación los policias van a comer a una tasca donde el teniente Silva despliega todas sus dotes de seductor para irse a la cama con la dueña de la fonda, mujer que le saca varios años y kilos pero que le obsesiona. También destaca el uso  de vulgarismos y localismos (la novela se desarrolla básicamente en Piura y Talara).

"- Ya ves, pedazo de huevón - lo amonestó su jefe, con cierto afecto-. Tanto que querías aclarar el misterio de Palomino Molero. Ya está, te lo aclaré. Y qué ganamos. Que te manden a la sierra, lejos de tu calorcito y de tu gente. Y a mí tal vez a un hueco peor. Así se agradecen los buenos trabajos en esta Guardia Civil a la que tuviste la cojudez de meterte. Qué va a ser de ti allá, Lituma, dónde se ha visto gallinazo en puna. Me muero de pena sólo de pensar en el frío que vas a sentir.
-Jijunagrandísimas- filosofó el guardia." pág 189

NOTA: 7,5/10

Jorge Luis Borges: Ficciones (1944)


Jorge Luis Borges: Ficciones. Madrid, Alianza, 1976.

Este libro se divide en dos partes: El jardín de senderos que se bifurcan (1941) y Artificios (1944), cada uno con ocho y nueve relatos respectivamente.

Fuera ya de la ficha técnica, Ficciones se me antoja casi imposible de reseñar por diversos motivos: Porque es a su vez muchos libros y cada relato tiene varias capas de lectura y a menudo está lleno de laberintos y paradojas lógicas y, en definitiva, porque es un libro muy vivo y todas las reseñas tienen algo de lápida o de certificado de defunción.

Destacaré, por ejemplo, el juego recurrente que lleva a cabo Borges de hablar de autores ficticios en sus relatos, llegando al punto de hacer una antología de textos (también ficticios) de Pierre Menard en Pierre Menard, autor del Quijote. Y es que como el propio Borges afirma en el prólogo de El jardín de senderos que se bifurcan:

"Desvario laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición cabe en pocos minutos. Mejor procedimiento es simular que esos libros ya existen y ofrecer un resumen, un comentario." pág. 12 

Pero fuera de esto poco más se puede decir en una sola reseña porque cada relato es de una complejidad tal que merece un analisis pormenorizado.De entre todos ellos mis favoritos son Las ruinas circulares, Funes el memorioso, El milagro secreto y El fin. Destaco también este pasaje de Funes el memorioso:

"Había aprendido sin esfuerzo el inglés, el francés, el portugués, el latín. Sospecho, sin embargo, que no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar diferencias, generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos." pág 131.

NOTA: 7/10

jueves, 4 de septiembre de 2014

Javier Cercas: Soldados de Salamina (2001)


Javier Cercas: Soldados de Salamina. Barcelona, Tusquets, 2002.

Soldados de Salamina parte de una anécdota que cuenta Rafael Sánchez Ferlosio a Javier Cercas durante una entrevista: Al término de la Guerra Civil Española, el ejercito republicano decide fusilar a un grupo de presos entre los cuales se encontraba Rafael Sánchez Mazas, padre de Sánchez Ferlosio, ideólogo de Falange y uno de los responsables directos del conflicto. Milagrosamente Sánchez Mazas consigue escapar hacia el bosque donde un soldado republicano le perdona la vida al no delatarlo.

Al tiempo de la entrevista Cercas se obsesiona con la anécdota y con el propio Sánchez Mazas: "Pronto llegué a una conclusión: cuantas más cosas sabía de él, menos lo entendía; cuanto menos lo entendía, más me intrigaba; cuanto más me intrigaba, más cosas quería saber de él." pág 50

Así, emprenderá una investigación (el libro tiene mucho de policíaco) en la que entrevista a la gente que convivió con Sánchez Mazas (los amigos del bosque) en los días posteriores al fusilamiento y les sigue la pista por diversos archivos antiguos para corroborar las versiones orales, se empapa de la obra de Sánchez Mazas, etc... y todo ello para reconstruir una de las historias de la Historia.

Esta historia, sin embargo, no es presentada como algo objetivo y eso es lo que hace de Soldados de Salamina una novela tan interesante. En cualquier libro de historia, se nos presentan unos hechos pero los pasos que han llevado al historiador a presentar esos hechos así han sido borrados. Cercas, en cambio, nos habla de como le llegan las fuentes y como duda de ellas, como se alegraba o se entristecia según avanzaba o se estancaba en el curso de la investigación. En términos filosóficos, según la distinción clásica hecha por Hans Reichenbach, los libros de historia normalmente solo presentan el contexto de justificación mientras que Cercas muestra además el contexto de descubrimiento. De hecho, el narrador de la novela (el propio Cercas) muchas veces duda de lo que le cuentan los testigos o de la validez de las fuentes.

Otro punto interesante del libro es la relación que se establece entre la escritura y la guerra:

"... en el primer acto de Falange Española, en el Teatro de la comedia de Madrid, José Antonio Primo de Rivera, que siempre andaba rodeado de poetas, había dicho que «a los pueblos no los han movido nunca más que los poetas». [...] Es verdad que las guerras se hacen por dinero, que es poder, pero los jóvenes parten al frente ymatan y se hacen matar por palabras, que son poesía, y por eso Sánchez Mazas, que estuvo siempre al lado de José Antonio y desde ese lugar de privilegio supo urdir una violenta poesía patriótica de sacrificio y yugos y flechas y gritos de rigor que inflamó la imaginación de centenares de miles de jóvenes y acabó mandándolos al matadero, es más responsable de la victoria de las armas franquistas que todas las ineptas maniobras militares de aquel general decimonónico que fue Francisco Franco." pág. 51

En este sentido hay un paralelismo entre el libro de Cercas y obras de Roberto Bolaño como pueden ser La literatura Nazi en América o Estrella distante. De hecho, Bolaño aparece en la novela para hablarle a Cercas de Miralles, personaje por cierto muy bolañiano.

NOTA: 8/10