sábado, 3 de mayo de 2014

Antoine de Saint-Exupéry: El Principito (1951)


Antoine de Saint-Exupéry: El Principito. Madrid, Alianza, 1978.

El Principito parte de un encuentro en el desierto entre un aviador accidentado y un principe que ha venido de otro planeta. Este último le cuenta al narrador las aventuras que ha vivido en sus viajes interplanetarios y así pasan varios días en el desierto y se hacen amigos.

Escrito con un estilo simple y directo (para niños) la fuerza del libro reside en su trasfondo filosófico. La premisa básica del libro es que los adultos han perdido el norte y han dejado de lado lo que de verdad importa (el interior) por contentarse con lo material:
 
"- Adiós - dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos. [...] El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante. [...] Los hombres han olvidado esta verdad - dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla." pág. 87

En este pasaje también subyace la forma adecuada de relacionarse con el mundo según el zorro. Lo importante ha de verse con el corazón y además requiere tiempo. Para los adultos, según el principito, las cosas son importantes no en sí mismas, sino en la medida en que son poseídas. De ello da cuenta  el principito que narra en una de sus historias como llegó a un planeta habitado por un hombre que creía poseer estrellas y que se contentaba solo con poseerlas.

"Sólo los niños saben lo que buscan -dijo el principito-. Pierden tiempo por una muñeca de trapo y la muñeca se transforma en algo muy importante, y si se les quita la muñeca, lloran...
- Tienen suerte- dijo el guardagujas." pág 89


"- Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tu tendrás estrellas que saben reir!" pág. 104

NOTA: 7,5/10

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