lunes, 28 de abril de 2014

George Orwell: 1984 (1948)

George Orwell: 1984. Barcelona, Lumen, 2014.

1984 es fruto de la energía visionaria (como la llama Umberto Eco en el prólogo) de George Orwell. Este imaginó una sociedad futura en la que Londres e Inglaterra forma parte del Estado colectivista de Oceanía (junto a Irlanda, América, Australia, Nueva Zelanda y el sur de África). Este país-continente está gobernado en su totalidad por un único partido, El Partido y este a su vez está dirigido por el Gran Hermano (en la cúspide de la pirámide seguido del partido interior, el partido exterior y los proles). El Gran Hermano y El Partido detentan el poder en Oceanía de la forma más tiránica y totalitaria, controlando en todo momento a los habitantes de Oceanía a partir de lo siguientes mecanismos:


  • Control del pensamiento: Se ejerce básicamente a través del lenguaje. El idioma oficial del Partido es la nuevalengua cuya principal característica es que está mucho más limitado que cualquier otro idioma común. El objetivo del partido es despojar al lenguaje de toda su riqueza para que el pensamiento sea también más simple. Así, por ejemplo, en nuevalengua los antónimos han dejado de existir: el contrario de claro no es oscuro, sino noclaro. Aún así, pese a los limites que se le imponen al pensamiento si alguien llegara a cometer un crimental sería torturado y vaporizado por la policia del pensamiento. También es importante el concepto de doblepiensa: "es una forma de disciplina mental, cuyo objetivo, deseable para todos los miembros del Partido, es ser capaz de creer dos verdades contradictorias al mismo tiempo.
  • Control de la historia: En el ministerio en el Ministerio de la Verdad se encargan a reescribir el pasado a conveniencia de El Partido. En la medida en que las únicas pruebas del pasado están en la memoria y en los archivos, y dado que El Partido controla ambas, en 1984 no existe el pasado, sino un presente infinito en que el Gran Hermano siempre lleva razón. Según un lema de El Partido "Quién controla el pasado controla el futuro. Quién controla el presente, controla el pasado". 
  • Control de la conducta: Mediante las telepantallas (pantalla y cámara a la vez) implantadas en todos los hogares El Partido puede seguir hasta el último de los movimientos de un ciudadano. Las ciudades no son entonces otra cosa que grandes panópticos foucaultianos desde los que el poder ve sin ser visto.
En cuanto al argumento que se desarrolla en este marco, 1984 cuenta el proceso por el cual Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad, se va dando cuenta de lo absurdos que son algunos mecanismos que operan bajo el funcionamiento de el Partido y se rebela contra este. Winston conoce a Julia y se enamoran, lo cual une a los dos en su lucha contra el partido:

"Su abrazo había sido una batalla; su clímax, una victoria. Era un golpe contra el Partido. Un acto político" pág. 165.

Más tarde ambos intentarán unirse a la Hermandad, sociedad secreta contraria a la doctrina del Partido a la cual Winston cree que pertenece su colega O' Brien.

En conclusión, algunas de las cosas que  Orwell imaginó se han hecho realidad y otras no. En cualquier caso, como dice Thomas Pynchon en el epílogo, no se trata de hacer una lista y ver cuantas cosas vaticinó la novela. Esta debe entenderse como un estudio de la humanidad (encarnada en Winston Smith) bajo la presión del poder totalitario.

NOTA: 8/10

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