jueves, 3 de abril de 2014

Gabriel García Márquez: Crónica de una muerte anunciada (1981)

Gabriel García Márquez: Crónica de una muerte anunciada. Madrid, Mondadori, 1987.

Como el propio título indica, la forma de esta novela es la de la crónica periodística. El tema que trata la crónica es un crimen de honor que el narrador trata de reconstruir a partir de diversos testimonios.

En cuanto a lo primero, los hechos que se narran están contados como si un periodista los reconstruyera desde el presente:

"En el curso de las indagaciones para esta crónica recobré numerosas vivencias marginales, y entre ellas..." pág 47

Desde este punto de vista del narrador cronista se construye el relato de la siguiente forma, declaración del entrevistado y contextualización del entrevistador:

"«Pensamos que eran vainas de borrachos», declararon varios carniceros, lo mismo que Victoria Guzmán y tantos otros que lo vieron después."

En cuanto a los hechos que se narran o tema, la crónica trata de reconstruir el asesinato de Santiago Nasar a manos de los hermanos Vicario y los hechos que llevaron hasta él. El asesinato se produce por honor: La familia Vicario casa a su hija con un rico pero en la noche de bodas este descubre que Ángela Vicario no es virgen. Entonces anula el enlace y los hermanos Vicario tienen que hacer pagar al que ha dejado sin honor a su hermana, que según Ángela es Santiago Nasar de lo cual duda el narrador. La cuestión del auténtico culpable queda en el aire por lo tanto.

Así pues el tema subyacente en Crónica de una muerte anunciada es el de el destino trágico encarnado en los valores sociales tradicionales. Las mujeres son casadas  por sus familias y ellas tienen que llegar vírgenes al matrimonio. Los hombres, por otra parte, deben encargarse de los temas relacionados con el honor, llegando al enfrentamiento físico y al asesinato si es necesario.

De hecho, los hermanos Vicario ni siquiera querían cometer el asesinato, solo demostrar ante el pueblo que estaban dispuestos a ello por el honor de su hermana, porque este era su deber ¿Qué pensarían los del pueblo si no? De esta forma, los hermanos van pregonando por el pueblo que van a Matar a Santiago Nasar a ver si tienen la suerte de que alguien se lo impide (De ahí el que la muerte de la crónica sea anunciada). Pero una serie de casualidades hacen que al final se cumpla el trágico destino de Santiago Nasar.

"Nos sorprendían los gallos del amanecer tratando de ordenar las numerosas casualidades encadenadas que habían hecho posible el absurdo, y era evidente que no lo hacíamos por un anhelo de esclarecer misterios, sino porque ninguno de nosotros podía seguir viviendo sin saber con exactitud cuál era el sitio y la misión que le había asignado la fatalidad. [...] Cristo Bedoya [..] no pudo explicarse nunca por qué cedio al impulso de esperar dos horas donde sus abuelos hasta que llegara el obispo, en vez de irse a descansar en la casa de sus padres, que lo estuvieron esperando hasta el amanecer para alertarlo Pero la mayoría de quienes pudieron hacer algo por impedir su crimen y sin embargo no lo hicieron, se consolaron con el pretexto de que los asuntos de honor son estancos sagrados a los cuales sólo tienen acceso los dueños del drama." pág 97

NOTA: 8/10

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