martes, 18 de agosto de 2015

Umberto Eco: Número Cero (2015)


Umberto Eco: Número Cero. Barcelona, Lumen, 2015. 

"El Commendatore quiere entrar en los altos círculos de las finanzas, de los bancos e incluso de los grandes periódicos. El instrumento es la promesa de un diario nuevo dispuesto a decir la verdad sobre todo.[...] Una vez que que el Commendatore demuestre que puede poner en apuros a los altos círculos financieros y políticos, es probable que los elegidos le rueguen que desista de semejante idea: él renuncia a Domani y obtiene el pase para las altas esferas" pág. 27

Esta es la premisa que mueve la trama de Número Cero, la creación de un periódico ficticio llamado Domani concebido desde el principio para que un corrupto suba de rango. Como jefe de redacción de Domani tenemos a el documentalista Colonna, documentalista, fracasado y protagonista del libro. Así de pesimista es Número Cero. Mientras que en otras ficciones como en Todos los hombres del rey el periodismo busca la verdad para derrocar al poder, aquí le sirve a los corruptos para acceder a más poder.

Dice Roberto Saviano que Eco ha escrito el manual de comunicación de nuestro tiempo. Eco y Saviano deben de ser muy buenos amigos porque en cuanto al tema de los medios de comunicación, Número Cero no nos cuenta nada que ya no sepamos:

Que los medios no reflejan la realidad, sino que crean una nueva al visibilizar solo partes de la misma. Que la información es una mercancía más y los lectores de hoy son consumidores. Nada que no sepamos.

Lo mejor del libro es la historia de amor entre Colonna y la autista y la subtrama histórica que se inicia hacia el final del libro, que explica una supuesta huida del verdadero Mussolini de Italia poco antes de su ejecución, siendo la victima de la misma un doble.

NOTA: 5/10

viernes, 17 de julio de 2015

Juan José Millas: El mundo (2007)


Juan José Millás: El mundo. Barcelona, Planeta, 2009.

El tema de este libro es la relación entre la subjetividad, el mundo y el lenguaje. 
 
La subjetividad es la del narrador, que parece ser Juan José Millás, pero claramente hay escenas en el libro que están ficcionalizadas o son pura ficción directamente. En cualquier caso, Millás vuelve a los fantasmas de la infancia. Al frío, a la pobreza, a la soledad y al desamor, como buscando hacer una especie de pacto con el pasado. Hay también en el libro una busqueda o lucha por la individualidad, por diferenciarse de todo lo que le rodea, especialmente de la madre. 

El mundo, el "conjunto de todas las cosas creadas" según el diccionario es aquí un mundo tremendamente personal, ligado a la subjetividad de la que antes hablabamos. Es "su" mundo más bien, y así se nos hace saber en el pasaje en el que, estando en plena Nueva York, Millás es capaz de ver su calle, de sentirse en su calle. Es decir, la Calle, el mundo, lo lleva cada uno a cuestas allí a donde va.

Y, ¿cómo usa el lenguaje esa subjetividad? Se nos dice infinidad de veces, como un bisturí electrico que "cauteriza la herida en el momento mismo de producirla".

"Volví a escuchar la frase fundacional de esta novela, quizá del resto de mi obra (cauteriza la herida al tiempo de abrirla), y supe con efectos retroactivos que aquella fascinación de mi padre había constituido para mí un programa de vida. Un programa que seguí al pie de la letra, pues es cosustancial al hecho de escribir sentir daño y alivio al mismo tiempo. Quizá, después de todo, aquel niño fragil hubiera sido capaz de sacar adelante algo valioso, algo distinto al resto de los niños, algo que implicaba un grado de coraje que mi padre no imaginó jamás en mí" pág 226

NOTA: 7/10

jueves, 11 de junio de 2015

Nic PIzzolato: Galveston (2010)


Nic Pizzolato: Galveston. Barcelona, Salamandra, 2014.

Cuatro años antes de ganarse el  respeto de la crítica y del público con True Detective (2014), Nic Pizzolato publicaba su primera novela. En esta, se nota ya la intención del autor de llevar por nuevos cauces la novela negra clásica. 

Galveston es una historia situada en Nueva Orleans (ciudad natal de Pizzolato), que tiene como protagonista a Roy Cody, un matón de la mafia del lugar. Cody parece estar marcado por la muerte: la novela comienza con su médico diagnosticándole un cáncer de pulmón y se desarrolla con el intento de su jefe de quitarlo de en medio. En su huida, el protagonista llevará consigo (al principio no muy convencido) a una niña y una adolescente que no tienen quién las cuide. Esta relación es el nucleo de la novela. Cody siente cosas por Rocky (la adolescente), tiene impulsos que van de lo sexual a lo paternal y en estos conflictos vemos varias caras del (anti)heroe.  Además de esto, poco más. Algún pasaje de acción bastante violento y un estilo de narrar no demasiado personal aunque con alguna metáfora destacable.

"Leí a un escritor que decía que las historias nos salvan, pero evidentemente eso es una gilipollez. No nos salvan. Pero las historias sí salvan algo" pág. 82

NOTA: 6,5/10

lunes, 8 de junio de 2015

T. S. Eliot: La tierra baldía (1922)


T.S. Eliot: La tierra baldía. Madrid, Lumen, 2015.

Lumen saca esta edición del que al parecer es uno de los poemas más importante de todo el siglo XX con un prologo de Andreu Jaume y acompañada de Prufrock, poema de juventud de Eliot. En pocas lineas es imposible reseñar un poema del cual se ha hablado tanto. Es esta además, una obra que resulta poco accesible, plagada de citas y referencias y rasgos de estilo muy propios. A penas puedo, por tanto, destacar algunos rasgos de la escritura de Eliot que me han llamado la atención.

1.  Tradición: Tal y como se señala en el prologo, para Eliot la tradición tiene una importancia especial. El poeta no es nada si no tiene en cuenta su contexto actual e histórico. Tal vez por ello este poema esté lleno de citas y referencias a La Biblia, la Metamorfosis de Ovidio o a Las Confesiones de San Agustín entre otros (hay unas notas al final en las que el propio Eliot revela sus influencias). Curiosamente, La tierra baldía y su autor han a su vez pasado a formar parte de la tradición.

2. Simbolismo: El libro está cargado de simbolismo. Una de las referencias principales de Eliot fue La rama dorada, que busca el origen de la mitología y From ritual to romance, que

3. La voz del poeta: Señala Jaume que los románticos solo concebían hacer poesía en primera persona. Hoy esta forma se ha impuesto (la mayoría de poemas/canciones actuales están contados desde la óptica de un yo creador que da su visión del mundo) pero Eliot demuestra, al romper con la herencia romántica, que hay otras formas. En Prufrock sobretodo, abundan personajes y situaciones dialogadas, de tal manera que la voz que escuchamos en el poema no podemos identificarla directamente con la del poeta.

"The last twist of the knife" pág 60 

 "I will show you fear in a handful of dust." pág 86

NOTA: 6/10

martes, 31 de marzo de 2015

Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas (1902)


Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas. Barcelona, Debolsillo, 2014.

Para escribir El Corazón de las tinieblas Conrad se inspiró en su experiencia como capitán de un barco comercial en El Congo colonizado por el belga Leopoldo II. El libro cuenta en primera persona una travesía hecha por el marinero Charlie Marlow en busca de Kurtz, jefe de una explotación de marfil de La Compañía que parece haber enloquecido y se ha ido a vivir con los nativos (que lo tratan como a un dios) selva adentro. Pero antes del encuentro, (que solo llega en la tercera y última parte del libro, momento para el cual el nombre de Kurtz ha adquirido ya unas connotaciones casi mitológicas) Marlow será testigo mientras remonta el río Congo del estado de cosas en la África colonizada. Nativos cerca del salvajismo tratados como ganado por un hombre blanco colonizador que ha perdido el norte a causa de la ambición. Asistimos entonces a un auténtico viaje al corazón de las tinieblas, a un lugar en el que se ha borrado la línea que separaba la civilización de la barbarie. Es este precisamente un tema central de la novela, según Mario Vargas Llosa en La verdad de las mentiras:

"Si esa civilización existe, ella, como el dios Jano, tiene dos caras: una para Europa y otra para el África, donde reaparece toda la violencia y crueldad en las relaciones humanas que en el viejo continente se creían abolidas. En el mejor de los casos, la civilización luce como una delgada película, debajo de la cual siguen agazapados los viejos demonios esperando las circustancias propicias para reaparecer y ahogar en ceremonias de puro instinto e irracionalidad, como las que preside Kurtz en su reino irrisorio, al precario civilizado"

Es interesante también la estructura del libro, pues como ya he dicho Marlow narra sus vivencias en primera persona. Esto hace que los hechos nos aparezcan subjetivizados con todo lo que ello conlleva: ambigüedad, saltos y huecos en la narración, etc. Estos elementos y el tono de monólogo incesante dan a la historia un matiz de sueño o más bien de pesadilla.

"Vi sobre ese rostro de marfil la expresión de sombrío orgullo, de implacable poder, de pavoroso teorror... Gritó en un susurro a alguna imagen, a alguna visión, gritó dos veces, un grito que no era más que un suspiro «¡Ah, el horror! ¡El horror!»" pág. 150

NOTA: 6/10

lunes, 23 de marzo de 2015

Nicanor Parra: Antología poética (1935-2006)


Nicanor Parra: Antología poética, Parranda larga. Madrid, Alfaguara, 2010.

En el libro 13 poetas chilenos, de 1948, hay una declaración preliminar del autor en la que leemos:

"Finalmente, estoy en contra de la forma afectada del lenguaje tradicional poético. El lenguaje periodístico de un Dovstoievski, de un Kafka o de un Sartre, cuadran mejor con mi temperamento que las acrobacias verbales de un Góngora o de un modernista tomado al azar. Y en cuanto a contenido, también estoy en contra de un romanticismo exclusivista. La angustia, la desesperación, la nostalgia, son algunos aspectos parciales del alma humana. Personalmente preferiría trabajar a base de elementos menos usados: la frustración y la histeria, factores determinantes de la vida moderna, me atraen con fuerza especial" pág. 445

De aquí surge una poesía personalísima, interesada como refleja el propio Parra en sentimientos a los que la poesía no siempre presta atención y en la que no hay espacio para el amor romántico o para sentimientos más típicamente poéticos. Además, Parra escribe siempre con un estilo muy prosaico, nunca lírico. En el poema Advertencia al lector, el autor manifiesta lo siguiente:

"Según los doctores de la ley este libro no debiera publicarse:
La palabra arcoiris no figura por ninguna parte,
Menos aún la palabra dolor,
La palabra torcuato.
Sillas y mesas si figuran a granel,
¡Ataudes!¡útiles de escritorio!
Lo que me llena de orgullo 
Porque, a mi modo de ver, el cielo se está cayendo a pedazos" pág. 72

En Manifiesto vuelve sobre esta idea de una poesía cercana, bajada del Olimpo como él mismo dice:

"A diferencia de nuestros mayores 
- Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista 
El poeta es un hombre como todos 
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas" pág 147

Hay otros elementos que hacen  de la poesía de Parra algo distinto del resto, como el sentido del humor o cierto gusto por lo popular, presente sobretodo en sus cuecas.

 En esta antología hay muchos poemas a destacar, entre ellos Imagen de mi padre, Los ejercicios respiratorios número III, IV, XV y XX, Los vicios del mundo moderno, las Composiciones I y II, Se me ocurren ideas luminosas, La fortuna, Solo, Test, Consejo Británico, Me retracto de todo lo dicho, Chile, Total cero y Clara Sandoval.

NOTA: 7/10

sábado, 21 de marzo de 2015

Cormac McCarthy: No es país para viejos (2005)


Cormac McCarthy: No es país para viejos. Barcelona, Debolsillo, 2013.

No es país para viejos cuenta la historia de un hombre que encuentra un maletín lleno de dinero (Llewelyn Moss) que huye del mal encarnado en un asesino a sueldo contratado para darle caza (Anton Chigurh) y del sheriff Bell que les sigue la pista a ambos.

La idea principal que subyace en todo momento en el libro y que pone de manifiesto explícitamente el sheriff Bell en sus reflexiones desde el lado de la autoridad, es que  la contemporaneidad ha traido una forma nueva de mal, una violencia nunca antes vista:

"Yo solía decir que eran los mismos a los que nos habíamos enfrentado siempre. Los mismos a los que se enfrentó mi abuelo. En aquel entonces robaban ganado. Ahora trafican con droga. Pero ya no lo veo tan claro. Me pasa lo que a ti. No estoy seguro de que hayamos visto nada igual. Gente de esta clase. Y ni siquiera sé cómo llevar todo esto. Si los mataras a todos tendrían que construir un anexo en el infierno" pág. 65

Hay que decir que el sheriff Bell es un personaje muy interesante. Un hombre de Texas en su senectud, con un fuerte sentido de los valores y la tradición pero que a la vez es capaz de hacer reflexiones como la siguiente:

"Las historias se transmiten y las verdades se omiten. Es cosa sabida. Y supongo que alguien podría interpretarlo como que la verdad no puede competir. Pero yo no lo creo. Opino que cuando todas las mentiras hayan sido contadas y olvidadas la verdad seguirá estando ahí. La verdad no va de un sitio a otro y no cambia de vez en cuando. No se la puede corromper como no se puede salar la sal. No puedes corromperla porque eso es lo que es. Es de lo que uno habla. He oído compararla con la roca -quizá en la Biblia- y no puedo decir que discrepe. Pero la verdad estará ahí incluso cuando la roca desaparezca. Estoy seguro de que ciertas personas discreparían de eso. Bastantes personas, de hecho. Pero nunca he podido averiguar en qué creía ninguna de ellas." pág 99

En cuanto a la forma, pese a que la novela tiene elementos típicos de McCarthy como su sentido para el símbolismo o una cierta idea de destino o fatum encarnada en Chigurh, no encontramos aquí el estilo barroco de Meridiano de sangre en el que se describían paisajes con párrafos enteros llenos de poesía hacia la piedra y el desierto. Todo eso parece haber dejado paso a un estilo más depurado, que va a lo esencial y no se recrea en la disgresión poética si bien admite algún recurso estilístico (destaca el uso del polisíndeton) propio de un gran escritor como es McCarthy:

"Contempló los fajos de billetes y luego bajó la solapa y se quedó sentado con la cabeza gacha. Su vida entera estaba allí delante de él. Día tras día del alba a la noche hasta que se muriera. Todo en menos de dos kilos de papel metidos en una cartera" pág. 21

NOTA: 7,5/10